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Mark Guiliana Jazz Trío

Nov 8, 2017 | Conciertos

(Auditorio Centro Cultural Conde Duque. Fotos: Festival de Jazz de Madrid)

Con las entradas agotadas desde hace días, Mark Guiliana Jazz Trio se presentaba en el auditorio del Centro Cultural Conde Duque, recién llegado de Nueva York, con todavía los ecos del alegre pasacalle de bienvenida de la Nola Brass Band, que inauguraba oficialmente la decimoséptima edición del festival de jazz de Madrid. “Gracias, estoy muy agradecido de estar aquí”, se dirigió el baterista a un auditorio sin un asiento libre que asistió a la escucha de esa tormenta perfecta que es su último disco, Jersey, dos años después de la publicación del Family First, esta vez en formato cuarteto.

Antes del concierto se recordó al fotógrafo pacense de Javier Nombela, fallecido hace pocos meses, por cuyo objetivo pasaron muchos de los grandes del jazz.

Guiliana salió al escenario ataviado al más puro estilo indie (botas deportivas altas rojas, pantalones pitillo negro y camisa de manga corta negra estampada), y estuvo acompañado al piano por Shai Maestro y por Chris Morrissey al contrabajo, ambos magníficos.

Maestro merece unas líneas aparte: también acude al festival con su proyecto propio, Shai Maestro Trio, y ya coincidió Guiliana en su colaboración con Avishai Cohen Trio. El pianista israelí es sin duda uno de los músicos jóvenes con más talento de la escena actual.

El trío, un formato muy propicio para dar rienda suelta a la creatividad, estuvo más de hora y media sobre el escenario, interpretando un repertorio en su mayoría del último álbum, Jersey, aunque hubo espacio para temas de sus anteriores trabajos. Esta formación de Guiliana en trío puede que sea lo más parecido a la música jazz «convencional”, pero aun así pueden verse claramente huellas de sus otras muchas influencias, principalmente provenientes del rock y la electrónica. En todo caso, su extraordinaria técnica, sea cual sea su estilo, es incuestionable. Y quizá no sea descabellado considerarle una suerte de James Rhodes de la batería (o viceversa), en cuanto al eclecticismo, mezcla de estilos, pasión y ruptura.

Guiliana saltó a la fama en 2004 gracias a su colaboración con el pianista Brad Meldau, y ha interpretado temas con otros muchos artistas, como Dave Douglas o David Bowie, en su último disco Blackstar. Fue portentosa la versión que el trío realizó del Where are we now”, del cantante de Brixton, en el que fue uno de los momentos culminantes del concierto. El inicio suave y melódico, con Maestro tomando las riendas, mutó para ir alternando en diferentes tempos y cambios de ritmo (con mucha coherencia, algo en lo que Chris Morrissey al contrabajo como ligamento tiene mucho que ver), para culminar en un éxtasis controlado, hacia un cadencioso caos antesala de la perfecta convergencia entre el jazz y el rock.

No fue por supuesto el único momento notable de la actuación; a lo largo de todas las piezas se vislumbró una sencillez – estructurada en base a cuatro notas- que dieron como resultado una belleza tan simple como alborotada y entusiasta. La dulzura con la que Guiliana afronta la batería (por momentos pareciera que la estuviera leyendo en lenguaje braille, en parte por su interpretación con los ojos cerrados, en parte por su forma de mecerla), no es enemiga de la contundencia. Delicadeza, técnica e ímpetu en la misma ecuación.

Sale uno del auditorio con la sensación de una cálida petite mort, y con la seguridad de que Mark Guiliana (y los suyos) han dejado ya de ser artistas de culto para convertirse en estrellas emergentes del jazz contemporáneo. La larga ovación en pie del auditorio y las colas para comprar sus camisetas y sus discos después así parecían demostrarlo.

(Concierto de inauguración del Festival de Jazz de Madrid 2017)

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Sobre el autor

Miguel de Juan

Periodista de formación. El señor de Juan, porque es un señor, siempre duda entre vino y cerveza, relato y poesía, novela y ensayo. Como si dudar no fuera una virtud.