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Entrevista a Raúl Márquez

Jun 30, 2017 | Entrevistas | 0 comentarios

Músico, compositor y agitador cultural. Violinista y trabajador incansable, dirige y gestiona varios proyectos y colabora en otros. La lista es larga pero se lo pueden encontrar tocando con Menil, Tributo a Grapelli, Swing Machine Orchestra, Te suena y Si fuera movimiento… (Reina Sofía), Zenet, Cabaret Flotante, Cocina para los sentidos, Alhambra Jazz…

Desde la curiosidad insaciable de un artista prácticamente autodidacta siempre ha mostrado un interés especial por la música popular y ha desarrollado técnicas específicas para la aplicación del violín en diferentes estilos, lejos de la música clásica. Su interés por adaptar este instrumento a la música moderna le ha llevado a colaborar con muchos artistas y ha forjado una personalidad y versatilidad inconfundibles.

Conoce bien los diferentes escalafones de su profesión, ha vivido intensamente lo que es tocar en la calle, ha pasado por conservatorios y escuelas de música, ha tocado en tabernas y grandes teatros, ha acompañado a renombrados artistas y tocado en musicales. Ha participado en grandes giras y ha creado propuestas desde cero. Ha tocado estilos como el clásico, el flamenco y el swing y desde hace un tiempo su apuesta tiene más que ver con la composición y la música original. Tiene un ojo puesto en la música y el otro siempre atento a cualquier otra disciplina que se atreva a cruzarse en su camino, nos habló también de gastronomía, pintura, escultura y danza. Esto fue lo que nos contó Raúl Márquez.

UNA VIDA MUY AGITADA

Son todos proyectos personales o grupales pero que hemos elegido hacer nosotros. Después de haber acompañado a otros artistas más o menos reconocidos uno como artista decide tomar las riendas de lo que hace, apostar por sus propios proyectos y darles un empujón para dedicarse a hacer la música que mas te gusta que es la que decides tocar. Una vez que te metes en ese mundo, ya no hay marcha atrás, tu lo has elegido, no se puede parar. Son proyectos que tardan en arrancar, elegir a los músicos, reunirlos, preparar los ensayos, etc. Pero cuando lo haces y los proyectos salen hay que disfrutar de ellos. Estamos muy liados pero contentos. Eliges con quién quieres tocar y qué quieres tocar, incluso componer los temas, que para mi es la cúspide de un músico, es algo en lo que puedes estar trabajando semanas, meses o años.

SOBRE RAÚL MÁRQUEZ

Empecé a estudiar música en Zaragoza y más tarde con el el Violín en los Infantes del Pilar. Después de eso entre en el conservatorio y seguí formándome pero lo que realmente me ha enseñado más es la calle. Me empezó a picar el gusanillo y tocando en la calle es donde realmente aprendí. Me iba a San Fermines, y en casa decía que me iba «recoger manzanas».

La verdad es que se sacaba dinero, me compré un violín con lo que saqué en una «Semana Grande» de Bilbao. Recorri muchas ciudades, iba por los pueblos y la verdad es que consigues un contacto con el público que es maravilloso y que ademas te hace darle sentido a lo que haces. Conocí a Antonio Canales y me vine a Madrid con su compañía y con Sara Baras, con los flamencos. Pasé también por musicales como Chicago hice cosas con La Cabra Mecánica, Revolver y conociendo poco a poco el ambiente de Madrid.

Tocar con Sara Baras es muy interesante a nivel de estudio por las métricas, el flamenco, etc. Pero hay un punto en el que el cuerpo me pedía que tenía que aprender algo más. El flamenco es maravilloso pero yo no podía hacer lo que hace Jorge Pardo, salirse de la armonía y volver a entrar luego. Así que decidí dejar un poco ese mundillo flamenco y empezar desde otro punto. Me pasé al swing. Empecé a tener claro que yo quería gobernar mis proyectos. Me acuerdo lo que me contaba Moisés Sánchez, del que soy un gran admirador. Él insistía en lo importante de tener un proyecto propio porque eso es algo para toda la vida, algo por lo que tienes que apostar y en lo que tienes que investigar.

Es un camino duro porque hay que tirar del carro pero a la vez es muy gratificante. Porque sientes que es algo tuyo, tocar música de otros, yo como interprete no lo veo tan interesante la verdad.

El arte es algo que exige compromiso, no solo es algo para divertir a la gente. Me faltaba trascender un poco más. Sentí que con mis proyectos podría empezar algo y en un momento dado, con todo más organizado, llegar un poco más allá, un poco más adentro.

La ESCULTURA

Hice un modulo de escultura en Zaragoza y bueno se quedó a un poco a medias. Siempre he tenido mucho interés en el trabajo manual con piedra, madera o forja. Hice algunas esculturas pero allí se quedaron.

Pero un poco por esto estoy tan entusiasmado en los proyectos del Museo Reina Sofía porque estoy en contacto con esa parte artística y porque sigo buscándola. Creo que mi verdad puede ser esa, uno de mis proyectos principales quizá pueda ser ese mezclar las dos disciplinas la música y la escultura o pintura en directo o miles de fórmulas que existen.

Estamos en un momento en el que empieza a haber experimentos pero realmente tampoco vale que toques jazz y venga alguien a pintar encima de un papel, eso es hacer una ilustración o una caricatura. Hacer algo comprometido o algo en lo que se genere feedback y haya una investigación y un estudio, eso es difícil.

Hace poco hicimos música para el Guernica con Pablo Martín Jones, percusionista, y para un proyecto que hizo Patricia Ruth, bailarina. Las texturas que encontramos y la búsqueda del sentido del cuadro que proponía Patricia era maravilloso, posibles sonidos de aviones con dos cuerdas de violín que iban subiendo con un glissando de dos minutos. Eso genera unas sensaciones en la cabeza muy interesantes. Además Pablo Martín trabaja muy bien y sabe perfectamente cómo modificar esos sonidos para que queden todavía más misteriosos…

En algún momento las disciplinas en el arte se separaron pero para Leonardo da Vinci no estaban separadas, a él le interesaba todo, el veía cosas comunes en la matemática, la música y en la escultura, y en todo estaba la proporción áurea, todo lo relacionaba.

Me da rabia porque a mi nunca me gustaron las matemáticas, no me gustaban nada, pero el caso es que si me hubieran enseñado de otra forma estoy seguro de que hoy sería mejor músico. Grandes músicos que conozco son grandes matemáticos, Javier Sánchez, Ander García, tienen una cabecita… en todo momento saben en que punto métrico están aunque tu los veas mirar para otro lado.

¿ALGÚN PROYECTO DESTACADO?

Funcionamos por proyectos, cada uno tiene sus tiempos. Con Menil presentamos el disco hace unos meses y nos volcamos con ello, en la grabación, la promoción, etc. Una vez que eso salio adelante ahora estamos en una etapa un poco más tranquila y estamos empujando Swing Machine Orchestra, preparándonos para grabar, para hacer una espectáculo escénico. Pero bueno seguimos con todos los proyectos en marcha porque ahora van a salir más conciertos con Menil y el Tributo a Grapelli también, con Zenet hay gira y nos vamos a Ecuador una semana.

Te suena y Si fuera un movimiento. MUSEO REINA SOFÍA

El proyecto del Reina Sofía continúa, es un trabajo muy interesante porque tocamos dentro del museo inspirándonos en obras de la colección estable. Uno de los proyectos, Si fuera un movimiento… , es con la bailarina Patricia Ruth y claro estás combinando varias disciplinas artísticas, que es muy interesante, para hacer un trabajo conceptual con la música. No estás solo pensando en música, también buscas la relación con el movimiento. O en el caso de otro proyecto con Marco Caparros, que es un pintor valenciano, con la pintura, las imágenes, etc. Se trata de conjugar ambas disciplinas, eso me encanta.

Te Suena es un proyecto en el Reina Sofía para niños y adultos en el que trabajamos con grupos que paseamos por el museo con 5 o 6 obras diferentes que tenemos ya preseleccionadas y trabajadas, y tratamos de conjugar la sensación visual y la música. En este caso trabajamos Pablo Martín, percusionista, y David escudero, guitarrista. Trabajamos texturas sonoras y conceptos complejos pero al final se trata de construir algo no solo fijándote en los cauces habituales de la composición sino construir sonidos que al final se transforman en una armonía.

Este es un proyecto pionero, llevamos ya cuatro años.

GIRANDO POR TABERNAS

Surgió dándole vueltas a nuevos proyectos y por eso que mencionabas antes de agitador.

Es un ciclo que se nos ocurrió a Constanza Gonzalez-Green y a mi. La idea era música para todos los públicos en horario matinal que casara con la idea del Vermout y que se acercará al público en lugar de tener que atraerlo. Esa idea creo que es importante y la sigo echando en falta. Lo cierto es que el público está sobre-estimulado y ahí tenemos un trabajo que hacer.

Hicimos varios ciclos y funcionó muy bien la verdad por que tocábamos sin sonido, como se hacía en las tabernas, a pelo, en medio de un bar a las 12-13h. Todo el mundo lo recibía muy bien y eran muy respetuosos. Se generaban momentos, que es lo que estábamos buscando, que luego patrocinaba una marca, un vino o quien fuera. Salíamos todos ganando, los músicos cobraban, el bar no pagaba, solo daba de comer a los músicos, y la marca daba difusión a su imagen y pagaba el ciclo. Ganábamos todos.

COCINA PARA LOS SENTIDOS

Es una aplicación también de lo que estoy aprendiendo en el Reina Sofía. La búsqueda es establecer un lenguaje común a otra disciplina. Lo que trato de hacer en ese taller es grabar en directo, con todos los loopers, para generar texturas y sonidos que no se pueden hacer con un grupo, eso me interesa mucho, pero pensando siempre en la parte constructiva y diferente. Con los loopers grabo sonidos directos de la cocina, cuando están batiendo algo, cuando la freidora está en marcha, etc. y con eso voy creando texturas sonoras.

El espacio se llama Born to Cook en Barcelona, hacen talleres, cursos donde preparan un menú y luego se sientan a la mesa para comer. Yo me estudio un poco ese menú y en el proceso de elaboración que hacen entre todos voy cogiendo esos sonidos que son los que van a componer las canciones que toco durante la cena cuando ya están sentados.

Lo interesante no es tanto lo que sale al final, las canciones, sino la experimentación sonora y el trabajo en directo porque haces participes a todos los que están cocinando.

EL CABARET FLOTANTE

El cabaret es una de esas propuestas de agitación en las que coincidí con Pia Tedesco, que también es una gran agitadora. Nos propusimos hacer un abordaje en el lago de la casa de campo. Fuimos una vez a dar un paseo y decidimos quedar otro día con amigos y tocar, “liar una buena”, hacer algo que fuera de referencia en lo que se puede construir desde cero. La verdad es que poco a poco ha ido saliendo. Pía es una trabajadora nata, ella sabe cómo catapultarlo, cómo moverlo y llamar la atención. Y conseguimos ir convenciendo a músicos para que se subieran a las barcas.

Hemos llegado a estar cerca de 200 músicos dentro del lago, contrabajos, tubas, baterías, etc. Es una imagen de un despertar también cultural o la imagen de un acercamiento, una cotidianidad de la cultura con el publico que está en el parque. Es una acción muy bonita que habría que seguir empujando y dándole un espacio. Porque de esas cosas es de donde salen futuros artistas, la gente se acuerda de esas cosas. Yo me acuerdo cuando era un crio y veía a gente tocando por la calle.

MENIL

Para preparar toda la imagen de Menil estuve revisando la historia de Django y del Jazz Manouche en Francia, los valse musetts que se tocaban, los lugares donde iban a tocar en Montmartre, las meriendas que hacían en la montaña, se pasaban todo el día bailando. Era un movimiento musical muy interesante pero había más cosas detrás.

Yo empecé con el flamenco en la música moderna pero cuando sentí la necesidad de ampliar conocimientos decidí pasarme al Swing. Es un estilo de música más libre y era lo que hacía los gitanos en Francia. Después de haber tocado con los gitanos en España me parecía interesante la conexión. Me encantaba también la parte social del Swing en aquella época y me encantaba Django, así que decidí tirar por ahí. Más que por Grapelli que era más tranquilito.

El violín en ese estilo tiene un desarrollo que lleva muchos años y justamente eso es lo que me ha pasado que he estado unos años trabajando mucho. Después de eso lo que me quedaba era intentar hacer una formación que modernizase un poco el estilo. Así nació Menil (un proyecto compartido con Javier Sánchez, Gerardo Ramos y Fred PG), con la filosofía de llevar el estilo un poco más allá. Y lo que estamos haciendo ahora que es trabajar con temas propios para el siguiente disco.

Portada del último disco de Menil

Y también estamos trabajando ya en los arreglos para la Swing Machine Orchestra que es una transición entre el mundo clásico y el estudio de las grandes formaciones de cuerda hacia el swing que es muy interesante.

Raúl Márquez tocando en la calle
Raúl Márquez
Tributo a Grapelli: Gerardo Ramos, Javier Sánchez y Raúl Márquez.
Cabaret Flotante
Menil: Gerardo Ramos, Javier Sánchez, Fred PG y Raúl Márquez
Orquesta de cuerda: Swing Machine Orchestra

SOBRE EL GÉNERO EN LA MÚSICA

Yo creo que tenemos que tratarlo con naturalidad porque es algo que tenemos encima de la mesa. Ahora mismo hay muchas mujeres que están estudiando y empiezan a destacar tocando todos los instrumentos, es verdad que hace unos años no. Es una pena porque cada uno/a somos de una manera y aportamos cosas diferentes, si hay menos mujeres algo nos estamos perdiendo. Pero yo tengo a veces la sensación de que las agencias ahora te piden una chica para liderar las propuestas y eso no me gusta tanto porque ¿dónde se queda entonces todo el trabajo de mucha gente que le dedica tantas horas a la música? sea chico o chica.

Por un lado nos toca arreglar cosas que hemos hecho mal durante muchos años y eso es algo que hay que hacer y ser consecuentes, los programadores tienen que tener cierta conciencia social y tener en cuenta estas cosas. Pero también hay otro tema que es necesario fomentar y es el de los grupos y los músicxs que están tocando en Madrid. Hay que darles salida porque sino se nos van fuera. Eso también hay que tenerlo en cuenta, es necesario conocer la escena y los proyectos junto con la problemática social.

Creo que estamos en un momento en el que se pueden hacer muchas cosas y creo que es bueno que cada un ponga un poco de su parte, un poquito para agitar las cosas, culturalmente hablando, y otro poco para intentar plantear proyectos también que trasciendan. A partir de ahí pues ya veremos.

raulmarquez.com

swingmachineorchestra.com  //  menil.es   //   cabaretflotante.com

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Sobre el autor

Dani

Sociólogo, con cierta afinidad por la tecnología, usuario de software libre y amante de la música, la cultura y las buenas relaciones sociales. A veces me llaman lanide.

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