
Entrevista a Noa Lur
Fotos: Jdd
Quedamos en el renovado OFF de la Latina, un espacio que os invitamos a conocer. En pleno corazón de Madrid y con una apuesta considerable por la cultura.
Entre un par de cafés charlamos sobre su nuevo trabajo ‘Troublemaker’ que se presentará de forma oficial el próximo 10 de octubre en el Teatro Lara y dentro del Ciclo 1906. Creo que no hace falta decir que tienen que estar allí. Hay mucho talento detrás de está bilbaína que tiene todos los mimbres para dejar huella en la escena nacional.
Ha sabido rodearse de un excelente elenco de músicos muy vinculados al Jazz pero Noa Lur no suena a Jazz, en el sentido más estricto del término, sino que suena a mucho más y queda claro que es algo completamente deliberado.
Sobre Noa Lur
En cuanto llegué a Madrid, hace 14 años ya, lo primero que hice fue montar una banda de jazz, puse un anuncio en atiza.com y reuní a la músicos, tenia 19 años. El primer concierto fue en el Segundo Jazz y después en el Chesterfield Café.
Llevo muchos años cantando y después de tanto tiempo he ido conociendo a muchos músicos, por esta faceta de cantante y espectadora, pero también empecé a dedicarme al sector del marketing. Así conocí a artistas de la compañía como eran Moisés Sanchez, Pepe Rivero, Christian Scott, etc. Pero ellos no sabían que cantaba, yo era la responsable de producto e iba con ellos a acompañarles a las entrevistas, a Radio 3, a los bolos, etc. Ahí empecé a conectar con gente con la que después me encontraría (trabajaba en Universal Music como jefa de producto de Jazz, conozco el negocio desde el otro lado también).
En un momento decidí dejar la compañía y tirarme a la piscina porque quería dedicarme a la música al cien por cien desde el lado del escenario. Entonces cuando me planteé grabar el primer disco dije -me gustaría grabar un disco a piano y voz-.
Los pianistas que en ese momento más me gustaban eran Moisés Sanchez, Luis Guerra y Pepe Rivero (a los que ya conocía), así que me dije –pues los voy a llamar-. Se llevaron una gran sorpresa, cuando me escucharon no se lo creían… Accedieron encantados y bueno grabé con cada uno de ellos dos temas y enseguida nos pusimos a tocar en directo, fue todo a la vez y hasta hoy, la verdad es que no he parado.
En lo que se refiere a los músicos la verdad es que siempre ha sido «fácil» en el sentido de que o me han visto cantar y me han dicho –vamos a hacer algo-, o los he visto yo y les he dicho –¿oye quedamos un día para enredar?- Así han ido surgiendo cosas y cada vez te vas exponiendo más, te van llamando y bueno dejas que las cosas vayan pasando.
Siempre he estado simultaneando estudios de música y canto con el trabajo, en función de lo que me apetecía y lo que pensaba que necesitaba. Más que ceñirme a un plan cerrado y formal de formación como hice con la comunicación, ya tenía esa experiencia, en la música he preferido ir un poco más ad hoc.
Sobre la voz lo primero que hice fue estar dos años con una foniatra, a la gente le suele chocar pero es así, conocí a una cantante profesional siendo yo muy jovencita y me dijo que lo primero que tenía que aprender era la técnica y además me dijo que quien mejor me la podía a enseñar era un médico. Me tomé sus palabras al pie de la letra y fui a ver a Susana Ruiz en Bilbao y estuve dos años con ella aprendiendo a respirar básicamente. Luego empecé con clases de canto y poco a poco seguí aprendiendo, simultaneándolo todo a la vez.
… se ha ido generando una mezcla de cosas alucinantes, actualmente (en Madrid) hay un sonido que se está creando muy interesante y creo que la premisa principal es la de Jugar.
Al final que la formación sea reglada o no sea reglada es una cuestión que está muy influida por esa titulitis que tenemos en este país. Yo ya lo pasé al sacarme la carrera, el máster y demás, pero con la música me he permitido el lujo de hacerlo de otra manera, más eligiendo y menos pendiente de las expectativas de los demás.
Para escuchar en mi casa, o ir a un concierto, me gusta mucho Christian Scott, trompetista, que es uno de los colaboradores de mi disco. Me gusta mucho la música instrumental, la escucho más ahora mismo que la música vocal. Scott me encanta porque hace una mezcla entre Jazz, Rock, música Latina, Contemporánea, es más experimental, de buscar sonidos nuevos.
Del panorama nacional otro de los artistas que me encanta es Antonio Lizana porque hace Jazz pero viene de donde viene, le da un punto suyo, de raíz, a su música. Cuando ves a Antonio en directo estás viendo un concierto de Jazz pero que tiene mucho Flamenco y bueno es Jazz pero porque está jugando, eso me gusta mucho. Además ahora mismo el término Jazz es un concepto muy amplio.
La escena en Madrid
Cuando llegué, hace 14 años, había un sonido más jazzy, o clásico, tipo walking, más de beboop, y ha ido surgiendo un montón de gente de muchos sitios diferentes, del sur, cubanos, vascos, americanos… se ha ido generando una mezcla de cosas alucinantes, actualmente hay un sonido que se está creando muy interesante y creo que la premisa principal es la de Jugar. Juntarnos gente que no tenemos nada que ver y hacer bizarradas. Yo tengo en mi disco un tema en euskera y está tocando Moisés pero también Michael Olivera que es cubano, y un trozo de la letra es en inglés y otro en euskera…
El vinculo con la raíz (vasca)
Lo llevo muy bien sobre todo por que me sale de una forma natural, no me planteo si quiero o no hacer un tema en euskera sino que es algo que me sale así, por que es parte de mí. Cómo es algo natural y es sincero funciona. A la gente le sorprende cuando la escucha y me pregunta por ello. Todo depende de cómo lo utilices (el idioma) y el mensaje que quieras transmitir.
Esto mismo lo está haciendo también Ander García, contrabajista de Bilbao, su primer disco se llama Ttun-Kurrun y mezcla sonidos de la tierra con todo el lenguaje de Jazz que tiene él y el de los músicos que aparecen en su disco, que los hay de varias nacionalidades. Y como es de verdad funciona y a la gente le encanta.
De repente hay algo especial que hace que te transformes, algo que te sucede… Yo iba a la ikastola cuando era pequeña, desde que tengo dos años he estudiado todo en euskera y es algo que está dentro de mí al cien por cien.
Sobre Troublemaker
En el disco que he hecho estoy diciendo lo que quiero decir y cómo lo quiero decir, sin pensar en que le vaya a gustar a la gente o no. Intentando plasmar cómo estoy yo ahora, hacia donde voy y contando algo. Y si es transgresor y a la gente le resulta raro pues mejor…
En el primer disco, aunque casi todo son estándares, también hay tres temas propios, lo que quería era que se plasmara esa cuestión de la transparencia y la verdad, y se grabó en directo en el estudio, son improvisaciones. Yo quedé con Pepe Rivero, con Moisés Sanchez y con Luis Guerra en el estudio y les dije vamos ha hacer este tema, y fue surgiendo una cosa y luego otra, y sobre la marcha fuimos decidiendo que onda iban a tener las canciones. Aunque fueran estándares íbamos con esa filosofía de aportar algo muy fresco, que estuviera pasando en ese momento. Y con esa filosofía, pero llevada un poco más al extremo, he hecho este disco (Torublemaker). Son canciones compuestas por mí y con algún amigo (Abdón Alcaraz, Tony Pereyra, Mike Martín, etc.) pero siempre con algo mío, intentando que fuera como unan radiografía, un reflejo de donde estoy ahora mismo.
10/10/2016
Me encanta porque Club 1906 suele apoyar a artistas potentes y que se identifican con la marca y yo creo que encaja muy bien con Troublemaker, hay un intercambio de valores muy interesantes.
Es curioso porque mí primer disco también salió a la luz el 10 de octubre. Yo me había propuesto sacar un disco antes de los 30 y llegó justito a tiempo. Esta vez el disco vuelve a salir el 10 de octubre… (risas), y no fue algo que yo elegí.
… este disco que se va a estrenar está inspirado en el discurso de lo que me está pasando ahora y quiero salir de gira y dejar que pasen cosas.
No suelo ponerme objetivos demasiado específicos, con nombres y apellidos. Me había planteado que me gustaría tocar en un teatro con solera, claro, con una buena banda, etc. Que sea en el Teatro Lara pues mucho mejor, estoy muy contenta. Me gusta currármelo y que las cosas vayan sucediendo de forma «natural».
¿Hay mensaje detrás de Noa Lur?
Hay cosas de las que obviamente hablo como mujer y son experiencias de mujer. Ahora hay más visibilidad para lo malo pero también para lo bueno y este disco es muy positivo y completamente reivindicativo. Lo que trato de reflejar es que nosotras estamos aquí para construir y que cuando nos pongan las cosas difíciles pues ánimo y a pelear por ello. El primer tema del disco se llama «Walk your talk» y significa «sé consecuente«, hablo un poco de que a las mujer nos han enseñado siempre a cuidar de los niños, de los maridos, a trabajar fuera y en casa, hacerlo todo muy bien… Se depositan muchas expectativas en nosotras, tenemos que estar a la altura pero no nos enseñan a decir –mira hoy estoy harta! hoy no puedo más, estoy agotada, necesito cariño… – A todo eso no nos enseñan, hablo mucho con amigas, madres, hijas, abuelas, y la sensación en general es de «presión», parece que nos están dando un hueco en esta sociedad y tenemos que estar a la altura por que –ojo, haber que pasa!-. Tenemos que demostrar cosas continuamente. Lo que yo quiero contar es que estamos viviendo ese momento en el que nos estamos haciendo un hueco pero es importante saber pedir, no dejarnos llevar por las expectativas que tanto se depositan en nosotras, aprender a pedir descanso, respeto y amor. De eso habla «Walk your talk». Es un mensaje positivo.
¿Qué tienes por delante?
El día 7 sale el disco y he tenido la suerte de que Warner me ha apoyado y Summun Music también, ambos están empujando para que el disco sea un éxito. Me han salido muchos novios, Club 1906, Teatro Lara… estoy muy contenta.
Después del día 10 que es la presentación aquí en Madrid me voy a París, a la ciudad universitaria, en octubre. También estaré en Mirajazz (Miranda de Ebro), luego en noviembre en el Festival de Jazz de Barcelona, después de vuelta al Bogui y bueno… hay fechas.
De momento quiero centrarme en el disco, no te voy a engañar, me siento en el piano y me pongo a enredar y escribir cosas continuamente pero no quiero empezar a componer porque tienen que suceder cosas, este disco que se va a estrenar está inspirado en el discurso de lo que me está pasando ahora y quiero salir de gira y dejar que pasen cosas, reposar un poco para tener un discurso nuevo. Estoy componiendo y haciendo cosas siempre pero más para amigos que para mí.
Película/Documental – Man on wire. James Marsh
Me gusta porque es una maravilla, fotografía, producción, documentación, la temática. Se trata de un tipo que quiere hacer una obra de arte pero que también ¡es un delito! Entonces entra en juego el dilema de donde termina el arte y donde empieza esa invasión del limite de los demás. En el documental lo dicen, se considera «El crimen artístico del siglo».
Además de eso hay una reflexión que hice pasado un tiempo, por esto que nos pasa muchas veces a los artistas del miedo escénico, por mil razones, que me viene a la cabeza de vez en cuando y me digo: –Si este hombre fue capaz de andar entre torre y torre en Nueva York, manteniendo el equilibrio, la seguridad y convencido de su mensaje como no voy a ser capaz yo de subir a un escenario del que además probablemente no vaya a caerme– (risas). De vez en cuando lo retomo, lo vuelvo a ver y me da fuerzas. Él es uno de los troublemakers de la historia artística. Sino fuera por esta gente habría una parte estática en al arte, son cosas que marcan un antes y un después.
Libro – No logo. Naomi Klein
Me encanta este libro, te habla un poco de esa invasión tan grande que ha habido de los espacios públicos, y es que nos falta privatizar el aire (el otro día me encontré en una tienda de regalos unas latas muy curiosas en las que ponía «aire», risas… ). Me parece muy interesante pensar hasta que punto en un espacio público tenemos que estar escuchando tal o cual mensaje sobre productos o marcas. Me gustaría estar tranquila, sola con mis pensamientos en ese mismo espacio viendo la gente pasar. Esa lluvia ingente de anuncios y la excesiva corporativización cada vez nos dejan menos espacio para pensar por nosotros mismos, para reflexionar, a este ritmo solo nos va a quedar irnos a la montaña prácticamente.
Y por otro lado me molesta mucho esa tendencia que hay a transformar productos en contenido cultural. Al final el contenido cultural se crea y siempre hay alguien monitorizándolo todo para que te llegue en modo de producto y se comercialice. La reflexión del libro me parece muy interesante y lo que auguraba está sucediendo.
Disco -Ella Fitzgerald. Twelve Nights in Hollywood Box set
Es una publicación de doce noches de Ella en Hollywood. En el libro vienen anotaciones sobre los temas que iba a tocar y algunas anécdotas que sucedieron. Me gusta porque es muy fresco y al ser en directo se ve su faceta de Show Woman. Me marcó bastante esta publicación porque me di cuenta de la importancia que tiene conectar con el público, no solo con la música sino que también estas contando una historia y es importante contextualizar lo que estas cantando, hacer bromas… Hay momentos en los que se le olvida la letra y se inventa algo, se ríe con la gente… Tenía una habilidad especial para convertir un error en una virtud. Me enseñó mucho esa parte del espectáculo.
Siempre he sido un poco de enrollarme en los conciertos y de contextualizarlo todo pero a raíz de escuchar este disco le di más importancia y me decía: –esta parte hay que cuidarla igual que las canciones-. Siempre que voy a dar un concierto me gusta pensar qué voy a contar y cómo lo voy a contar para que a la gente le llegue.
Además de Ella Fitgerald me marcó mucho Sarah Vaughan, por su timbre de terciopelo y esos graves, me gustó muchísimo. Una vez pasada esa época clásica quien me gustó mucho y me hizo cambiar la perspectiva fue Abbey Lincoln porque es una cantante que en algunas grabaciones incluso está desafinada y quizá no tiene un registro muy académico pero ella juega un montón con la textura de la voz y con el timbre, con lamentos…
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Troublemaker – Noa Lur

La banda:
Piano and Rhodes: Moisés P. Sánchez
Double Bass and Electric Bass: Antonio Miguel
Drums and Percussion: Michael Olivera
Trumpet: Christian Scott aTunde Adjuah and Enriquito
Fliscorno: Enrique Rodríguez «Enriquito»
Tenor Sax & Voice: Antonio Linaza Tenor
Sax: Rafael Águila
Trombone: Roberto Pacheco
Guitar: Marcos Collado
Backing Vocals: Ana Santa, David Miranda, Jorge Fontecha, Isabel Fonseca.
Musical Arragements: Moisés P. Sánchez.
Troublemaker ha sido mezclado y masterizado por el gran ingeniero Pete Karam (Pat Metheny, Ray Charles, Eric Clapton…).