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Sweet home Chicago

Nov 7, 2013 | Artículos | 0 comentarios

Chicago – Años 30-40

La gran migración

A partir de los años treinta miles de negros sureños abandonan los campos de algodón en busca del sueño en las frías y lejanas tierras del Norte. Ciudades con una fuerte industria como Chicago y Detroit son sus principales destinos. El blues será una parte fundamental en este nuevo éxodo. A orillas del lago Michigan el blues será amplificado, electrificado y dado a conocer al gran público.

Chicago, ciudad industrial

Chicago fue desde principios del Siglo XX la ciudad industrial de EE.UU. El auge de la industria automovilística unido al desarrollo de los primeros movimientos abolicionistas, en pro de los derechos civiles del pueblo negro, hacen que Chicago fuese el destino norteño más deseado. Los músicos del Sur también deciden probar suerte y poco a poco el blues rural se adapta a los nuevos tiempos y a la vida en la gran urbe.

La electricidad

La electricidad, los guetos, la vida nocturna y las bandas de músicos (era raro encontrarse a un bluesman sin acompañamiento) tienen mucho que ver con este cambio. La guitarra eléctrica aparece por primera vez de la mano de Big Bill Broonzy y Jazz Gillum en 1938. Pocos años más tarde todo el blues de Chicago es eléctrico. El tamaño de los locales, la incorporación de percusión y contrabajo y la fascinación por los nuevos sonidos que las guitarras y armónicas ofrecían son los causantes de esta rápida transición. A este emergente y salvaje estilo se le une la apertura de numerosos clubes nocturnos por toda la ciudad y la creación de sellos independientes que verán en esa música un futuro real.

Chess Records

Chess y Vee Jay son los dos sellos estandartes del nuevo sonido. Chess fue fundada por dos hermanos checos que apadrinaron y rentabilizaron el auge del blues ante la pasividad de los grandes sellos del país. El estilo de este nuevo blues no es del todo rupturísta con las formas originales del Mississippi y los grandes nombres de este periodo (Muddy Waters, Howlin´Wolf, Elmore James, Sonny Boy Williamson…) reivindican siempre con orgullo su origen y herencia sureña. Durante la década de los cuarenta, Chess fue un hervidero de artístas y grandes éxitos, muchos de ellos ligados al prolífico productor, músico y compositor Willie Dixon. Este supo conjugar con merecido éxito y respeto el espíritu y las supersticiones del viejo blues con los nuevos gustos y la comercialidad. Los resultados son impresionantes y a día de hoy la gran mayoría de los blues más conocidos y versionados llevan la etiqueta de este genio.

Los nuevos tiempos, el Rock and Roll

A mediados de los cincuenta tanto Chess como Vee Jay (única competencia real de Chess) dan un nuevo giro para adaptarse al juvenil e incipiente Rock and Roll. Grandes figuras como Little Richard, Bo Diddley y Chuck Berry actualizan y dan una nueva vuelta de tuerca al género actualizando su sonido y abandonando los amuletos y los pantanos por Cadillacs e institutos. Pero esta es otra gran historia de la que un día hablaremos largo y tendido.

Al Moretti

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Sobre el autor

Dani

Sociólogo, con cierta afinidad por la tecnología, usuario de software libre y amante de la música, la cultura y las buenas relaciones sociales. A veces me llaman lanide.

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